viernes, 14 de octubre de 2011

¿A qué huelen las nubes?



Me parece estar viviendo ahora mismo en un anuncio de compresas… No puede ser que en lo que va de mes, a Pepiño le sale un furúnculo axilar del tamaño de una gasolinera, creo que fue Lema admitiendo que algunos aeropuertos nunca serán rentables, diciendo que 47 cuasi-colisiones son SOLAMENTE el 0,002% de movimientos aéreos en un año, y últimamente la demora en el proceso de concesión de Barajas y El Prat, algo que sucederá en un futuro, pero seguramente de manera distinta.

Es curioso que todas estas noticias, junto con las otras relacionadas con los controladores ( continúan retrasos, hacen falta controladores, sentencias favorables en cuanto a las responsabilidades del cierre del espacio aéreo), estén ahora aflorando cuando el gobierno socialista está dando sus últimos coletazos. Y aunque hasta el rabo todo es toro, parece que este toro está muriendo antes de la estocada final (perdón por el símil taurino, no soy yo del mundo de los toros, pero viene muy a cuento).

Lo único que espero del siguiente equipo de gobierno que venga es que tome medidas en el verdadero problema de la navegación aérea, que es la falta de controladores que está generando una ingente cantidad de retrasos y que está costando millones y millones a las aerolíneas, que a su vez, repercuten en el turismo. Y que si hay que privatizar, se haga con cabeza y se exploten las infraestructuras como deben ser explotadas.

Primero, numerosas noticias involucrando al Ministro de Fomento en tramas oscuras con delincuentes, empresarios ofreciendo comisiones bajo manga por verse beneficiados por las subvenciones y contratos de Fomento, especialmente en Galicia.

Noticias en las que se demuestra que Fomento ha adjudicado al famoso Grupo San José numerosos proyectos en remodelaciones de aeropuertos, incluso mientras Juan Ignacio Lema (presidente de AENA) compatibilizaba éste cargo con el de directivo / asesor en el citado San José. Curiosamente, el mismo grupo que se presentaba a la subasta para la concesión del aeropuerto de Barajas. No hubiera habido nada mejor que dejarse el futuro bien asegurado antes de pasar la cartera de Fomento al siguiente (y el marrón que seguramente hubiera escondido en los escritorios del despacho).

Capítulo aparte merecen las declaraciones en que Lema se refería a que el 0,002% del tráfico aéreo había estado en peligro de colisionar, que no era tanto, que comparado con el volumen total de tráfico es una insignificancia. ¿Se imaginan al director de la Dirección General de Tráfico diciendo: “Bueno, sí, ha habido 2.000 muertos este año, pero bueno, comparado con que se mueven 50 millones de personas por nuestras carreteras, tampoco es tanto”? Cuando le comenté a algunos de mis compañeros estas declaraciones, se echaban las manos a la cabeza. Y con razón. No sólo por la cantidad de muertos que podrían generar, sino el trauma para todas las familias de afectados, la casi segura pérdida de uno o dos controladores, ya sea por depresión, incapacidad o incluso muerte. No olvidemos lo que ocurrió con el controlador suizo tras el accidente del Lago Constanza, no solamente fue declarado inocente y su empresa culpable por la manera de gestionar los turnos, pero la depresión le costó dejar su trabajo, y encontrar la muerte a manos del padre de una de las víctimas del accidente. Si un accidente produjo eso en un centro de control normal con 2 o 3cuasi colisiones por año, imagínense en España con 47 en un año… Que si no ha tocado la lotería, ha sido por fortuna.

Y lo de la concesión, pues era de esperar que pasara. AENA pide mucho dinero, aunque ni de lejos llegaría a resolver el problema de la deuda de AENA. Estos aeropuertos generan mucha más riqueza, y conformarse con las migajas (20% anual) para salir adelante, no es una idea genial. Aunque quizá sí lo fuera si Florentino, Ferrovial , San José o cualquier otro amigote se llena los bolsillos mientras y colocara a Blanco y Lema como “consejeros subdelegado de pitos y flautas” durante los próximos 20 años de la concesión… Así todo cuadra, y bien cuadrado.

Me imagino si en las próximas semanas van a seguir saliendo noticias por el estilo. En otro post anterior me calificaba de ingenuo por pensar que todo el embrollo iba a arreglarse, que se demostraría que el problema no eran los controladores sino los gestores, que había tramas ocultas, y que ellos no fueron responsables de todo el caos originado el año pasado. Cada día creo que es más posible. Pero quién sabe, no quiero pensar que todo va a ser de color de rosa, pero... "no me llames iluso, por tener una ilusión".

Pues bien, aquí acabo mi perorata de hoy, y bueno, aunque no está bien mofarse y alegrarse de desgracias ajenas, no me reiré, pero esto lo suelo decir a principios de año a mis amigos “Que el año que entra te traiga al menos la mitad de lo que deseas para ti, y el doble de lo que deseas para los demás”. Parece ser que José Blanco y Juan Lema debieron escucharme, y si ahora sólo reciben la mitad de lo que desearon, y el doble de lo que desearon para los demás, les está bien merecido.

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