Hola de nuevo gente. Después de esta pausa forzada en mi blog (las vacaciones “técnicas” de mi portátil fueron aún más largas que las mías) decidí ponerme a escribir la nueva entrada. Originalmente se llamaba “I Love Spain”, e iba a tratar del tipo de turismo que recibimos en España, en especial el turismo británico.
Pero el pasado viernes tuve una experiencia (más) bastante desagradable mientras volaba desde Glasgow Prestwick hacia Málaga. Así sería que redacté la entrada en mi teléfono móvil. Más que redactar, fue plasmar todo el odio, la rabia y el cabreo que llevaba encima. Estuve a punto de subirla. Lo único que lo evitó fue que el navegador del móvil no me dejaba pegar el texto en blogger.com. Cosa que al final, agradezco, ya que aparte de considerarlo bastante visceral, creo que excedía los límites de lo “políticamente correcto”.
Ahora, pasado por el filtro de la frialdad y el respeto, se convierte en la nueva entrada de este blog. Para poneros en situación, os ubico: Avión de Ryanair, 5 de la tarde, viernes, soleado.
“Se nota que el imperio romano nunca cruzó el muro de Adriano, esa gran muralla fronteriza que denotaba el límite superior del imperio en Britania, extendiéndose entre Carlisle y Newcastle en la actualidad, más o menos, y que coincide con la frontera entre Inglaterra y Escocia. Las gentes al norte de dicha frontera eran consideradas bárbaros. Puedo dar fe que después de más de dos mil años de evolución en la historia, siguen igual de bárbaros... O peor aún.
Para llegar a esta conclusión sólo hace falta hacerse algún vuelo con Ryanair desde Prestwick a Málaga un viernes cualquiera. Por suerte o por desgracia llevo unos cuántos éste año.
Sin ir más lejos, en este preciso instante me encuentro en la fila 6 del Boeing 737-800 de Ryanair. A mi lado, cinco especímenes de sexo masculino y unas cuatro individuas que llevan la friolera de llevar dos horas sin parar de beber, gritar y comportarse de la manera más vulgar, maleducada, irrespetuosa y deleznable que pueda observarse dentro de un avión.
¿No se dan cuenta de que están en un medio de transporte, junto a otras personas que lo único que desean es un poco de tranquilidad mientras se dirigen a disfrutar de sus vacaciones?
[Omisión del autor de la entrada por considerarla ofensiva, racista y generalizadora en exceso ]
Esta cultura se mueve sólo por el impulso de consumir alcohol y escapar de la realidad gris en la que viven. Angustiados por un clima, escapan hacia España buscando sol y alcohol barato. No tienen ninguna aspiración en la vida. Sus mentes están vacías y no les preocupa llenarlas a base de vodka y red bull.”
Bueno, esta era la entrada, que como ya veis, está suavizada.
Ahora viene mi reflexión sobre la situación.
El tema a desarrollar será la "cultura" británica. No hay más que darse una vuelta por cualquier ciudad costera del sur de Andalucía, o montarse en cualquier avión de cualquier compañía aérea con esos destinos, o fijarse en los tablones informativos de los vuelos de cualquier aeropuerto costero español.
¿Qué diferencia a cualquier turista extranjero de un turista británico que visita España? Principalmente, su grado de integración, su interés por conocer una cultura nueva y su obsesión por el sol.
Todos sabemos que la civilización británica es principalmente colonizadora, y allí donde van, implantan su cultura y su forma de vida. Y no me extraña, teniendo el clima que tienen, siempre han intentado salir de la isla con tal de encontrar mejores condiciones. Y así lo hicieron con España.
Un turista medio británico cuando va a España encuentra supermercados británicos, productos británicos, centenares de pubs en los que disfrutar de su Sunday Roast, cerveza Carling, mientras ven en Sky Sports el partido entre el Manchester United contra el Sunderland. Y no me parece mal que tengan un lugar donde reunirse para compartir “su cultura”. Pero no tantos.
Un turista medio británico contrata un paquete vacacional en cualquier ciudad costera de España, hotel incluido, pensión completa. En algunos casos, permanecen dentro del recinto hotelero todo el tiempo. Eso sí, disfrutando del sol.
Un turista medio británico no habla español, no consume productos españoles, no se integra con la cultura española, no le importa conocer lugares nuevos, visitar museos, catedrales, conciertos, etc. Sin ir más lejos, uno de mis instructores de cuando estuve en el College de ATC tenía una casa en Calpe, Alicante, desde 1.973, y aún no habla español porque no lo necesita. O la última que he visto, este domingo en Almuñécar, Granada, estábamos almorzando en un chiringuito en la playa, “pescaito” frito y demás, fresco del día, lo típico que te puedes y debes comer en un sitio así, ¿verdad?. Pues bien, se nos sienta al lado un señor inglés que, por supuesto, pide en su idioma nativo a un camarero que, no sin dificultad, le trae lo que pide: café solo, botellín de agua con gas y un sándwich de jamón y queso.
Un turista medio británico sólo busca "disfrutar" de "su cultura", la cual engloba emborracharse mientras beben lo mismo que beben en UK normalmente, comer lo que normalmente comen en UK, ver la misma televisión que ven en sus casas y estar tendidos al sol hasta que se queman. ¿Concebirían una idea igual en el Reino Unido, pero a la inversa? Sí, y por eso lo hacen. No hay más que pasarse por cualquier barrio de tipo indio, pakistaní, chino, etc… Pero estos tienen un motivo, ya que son emigrantes que vienen de aquellos países que los Británicos invadieron hace siglos y ahora se vuelve todo esa masa popular hacia la metrópoli.
Si os paseáis por cualquier calle de cualquier ciudad británica, veréis restaurantes tailandeses, españoles, italianos, mexicanos, etc., todos destinados a los británicos. Cierto es que gente de otras nacionalidades también van a estos restaurantes. Pero si cambiáis esa ciudad británica por una cualquiera del litoral español, por ejemplo, Málaga, Mallorca o Tenerife, los restaurantes británicos están destinados únicamente al turista inglés. Menús, paneles informativos, televisión, todo exclusivamente en inglés. No me he atrevido a hacerlo, pero seguro que si entro en una de esos “pubs” ingleses de la costa, y pido algo en Español, creo que la respuesta será en Inglés… o no. Sea como fuere, no pienso averiguarlo.
¡Qué diferencia cuando se trata de otros turistas de otras nacionalidades!. Al menos los alemanes parece que se integran mucho más en la cultura, conocen monumentos, hacen excursiones, disfrutan de la comida española… Los italianos, franceses, incluso los americanos, vienen y se dedican a probar cosas nuevas.
Y no sólo de otras nacionalidades. Cuando los británicos van a otros países, sí que se comportan de otra manera. En Francia hablan francés, en Italia visitan monumentos y comen pasta, en Alemania beben cerveza, en Suiza y Austria esquían y beben vino caliente… ¿Por qué cuando llegan a España se comportan de una manera tan distinta? ¿Por qué beben hasta reventar, hacen el “hooligan” hasta reventar, a jugar al golf en sus “resorts”, y se cierran tanto a la cultura española?
Al final, encontraremos pueblos y ciudades que serán completamente inglesas, no tendremos un solo Gibraltar, serán muchos más los núcleos completamente británicos en nuestra costa. Y también en la de Portugal. Si no hacemos algo.
Y la culpa no es sólo de ellos, los británicos. Sino también nuestra, de cómo el boom turístico de los 60 y 70 sigue funcionando hoy en día. Les dábamos lo que querían, se les permitió demasiado. Que sí, que el dinero nos vino muy bien para salir de la crisis de la dictadura y todo eso, pero se podía haber hecho de manera distinta. En lugar de ofrecerles todo lo que querían, es decir, cultura británica en suelo español (para eso ya estaba Gibraltar), tendríamos que haber promocionado la cultura española para que hoy España fuera visitada por sus monumentos, su gastronomía, sus fiestas, y también por su clima; que los turistas británicos vinieran a consumir productos españoles, a visitar museos, a integrarse en nuestra cultura, al igual que el resto de visitantes de otros países.
Ya sé que no es bueno generalizar, y seguro que hay un porcentaje de turismo británico que se dedica a conocer la cultura española, pero la inmensa mayoría solamente viene a lo que viene: Sun, party and booze!
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